Llegó ese día.
Ese día en que compras tu planificador y tienes esa sensación de determinación mezclada con un poco de esperanza. Estamos ansiosos, emocionados y deseosos de sentarnos para abrir nuestro plani y comenzar a empoderarnos de nuestro tiempo y energía.
Abres la semana.. ¿y ahora qué?... ¿qué se supone que debo planificar?...terror.
Al igual que en muchas otras cosas, no existe una receta mágica y única para saber qué planificar específicamente, pues esto dependerá de las cosas que tengas que hacer y lo que quieres lograr.
A pesar de esto, a continuación verás una lista de las actividades que puedes planificar:
Actividades programadas → cualquier actividad que tenga asociada una fecha y hora determinada con anticipación debe estar en tu plani, como horas al doctor, reuniones, o evaluaciones.
Plan del día → para no olvidar todo lo que debe hacer en un día, anota tus quehaceres diarios como el plan de acción para el día por ejemplo, avanzar con el informe, llamadas o correos electrónicos o sesiones de estudio.
Actividades de impacto → estas son actividades que es necesario planificar por el impacto en energía y/o tiempo por lo que es importante acomodarlas en tu plani para que calce con el resto de tus actividades, como cocinar, ir al supermercado o hacer aseo.
Pendientes→ ya sea para mantenerlos presente o para dedicarles un espacio tiempo, anota las actividades que no has terminado o que necesitas comenzar pero no son prioridades, como terminar ese pequeños proyecto de jardinería que quedó a la mitad o ir a buscar el plumón de la cama al Lavaseco.
Nuevos Hábitos → anotar los nuevos hábitos que estás intentando incorporar a tu rutina es una forma fácil de siempre tenerlos presentes como por ejemplo, hacer ejercicio, meditar o leer.