¡Quiero dejar de procrastinar! … Me doy rabia 🙄
¿Procastinar?… ProCRAstinar…
“En 5 minutos empiezo…”
“Un reel mas y lo hago…”
“Primero hago esto y luego si o si lo hago…”
“Uy! Ya es muy tarde… mañana a primera hora…”
La Procrastinación es el oponente más recurrente al momento de tener que hacer cosas, sobre todo cuando hablamos de planificación desde la vereda de “esto es lo que hago V/S esto es lo que debería estar haciendo y claramente no lo hago”.
Todos procrastinamos, es normal y es algo que enfrentaremos siempre, ya que nuestro cerebro va a preferir la recompensa inmediata por sobre la futura, así que nos llevará por el camino de la procrastinación constantemente, por eso es importante conocernos y tener las herramientas para ganar esta batalla.
Además de hacer que el esfuerzo que tengamos que invertir en comenzar, avanzar y terminar nuestras tareas o actividades diarias sea mucho mayor, procrastinar nos genera un sentimiento de culpa, pero no cualquiera, si no que es un sentimiento de culpa un poco placentero, un “dolor rico”, porque a pesar de ser conscientes de cómo postergamos interminablemente algunas tareas, como si en el futuro se fuesen a completar solas, no nos levantamos ni apagamos la serie para hacernos responsables de la carga que postergar estas actividades genera en nuestra vida.
¿Será que el universo me hizo floja? Porque hago aquellas cosas que tenía que hacer pero dejé para más adelante, con tal de evitar las cosas que tengo que hacer ahora. ¿Nos sorprende? … no nos sorprende…
Procrastinar a veces efectivamente es solo flojera, pero muchas otras veces es algo mucho más profundo, como el miedo al fracaso, sentimiento de agobio, miedo a equivocarse, miedo al éxito, mentalidades rígidas como “debe ser perfecto o mejor no hago nada”, entre muchas otras aprehensiones y creencias limitantes.
Entonces… ¡Pasemos a la acción!
El autoconocimiento resulta ser la llave para desbloquear la solución a este problema, pues para darle remedio a un mal, debemos conocer su origen y atacar desde ahí, conocer su raíz y desmalezar nuestros comportamientos.
Es cierto que el el autoconocimiento es un camino, por lo que, mientras descubres lo que se esconde detrás de tu procrastinación, te dejamos algunos tips para dejar este mal hábito:
1. La regla de los 2 minutos → si algo te tomará 2 a 5 minutos, hazlo en el momento. Harás más cosas y evitarás acumularlas para después. Por si solas estas tareas como, enjuagar la taza de té, no tendrán un impacto en tu productividad, pero todas las tasas acumuladas en el lavaplatos se volverá abrumador y ya no tomará 5 minutos.
2. Las rutinas ayudan → comúnmente creemos que “caer en la rutina” nos absorbe la vida, y puede ser así si no eres consciente de tu día, pero! La realidad es que las rutinas nos ayudan a tener más libertad, no coartarla. Saber lo que viene a continuación por la rutina que llevas, te ayudará a perder menos tiempo tomando decisiones sobre qué hacer ahora y después.
3. Gestiona tu energía además de tu tiempo → no sirve de nada tener hasta el último minuto del día planificado si no tienes la energía para poder rendir en él. Descansar y recrearse lo suficiente es necesario para poder ser productivo. A la larga, tendrás menos resistencia a tus actividades si te sientes preparado para hacer todo aunque no sea de tu agrado.
4. Establece recompensas para cuando termines las actividades que te desagradan → si tienes que escribir un informe que realmente no quieres hacer, sobórnate con algún gustito como pedir algo para comer, chanchear algo que te guste, ver tu serie sin culpa, o algo por el estilo. OJO! No hay que abusar de este tip, la idea es ir generando disciplina.
5. Que sea divertido → trabajar y estudiar no son necesariamente las actividades que la mayoría disfruta hacer, por lo que agrega un poco de sabor y diversión a tus tareas escuchando música que no te distraiga, cambiando de lugar donde realizas las tareas si es posible, tomando tu café favorito, etc. Disfrutar lo que haces, por muy aburrido o estresante que sea, es una mentalidad: mantener una pensamiento positivo y abierto a la productividad puede impactar enormemente, esto te ayudará a evitar la resistencia. OJO! No caigas en la exageración, no todo nos va a gustar por completo, todo tiene partes más fomes y otras más entretenidas, por lo que es válido que no disfrutes o gustes de alguna actividad, no es necesario fingir.
6. Divide y conquistarás → en vez de enfrentarte a un proyecto o tarea abrumadoramente grande, divídelo en tareas pequeñas y abarcables; Si piensas en una hamburguesa, se come a pedazos. Avanzar en estas pequeñas “mordidas” responde al principio del progreso, el cual habla sobre el gran estímulo que tiene hasta la tarea más pequeña en nuestro cerebro.
7. ¡Cuida tus palabras señorita! → El lenguaje crea realidades, y cómo nos referimos a las cosas, se traduce en cómo nos enfrentamos a ellas. Los plazos en días, suelen causar más sentido de urgencia que en semanas o meses. Si hablas sobre “el temible y absolutamente imposible informe que tienes que escribir” tu mente se sentirá intimidada e incapaz, aumentando la resistencia a empezar con esta tarea.
8. No es una maratón → si bien muchos de nosotros tenemos la habilidad de pasar varias horas haciendo la misma actividad, como cuando ves una temporada completa en un día, no suele ser el caso con otras actividades que llaman menos la atención, u otras actividades que puedes pensar que necesitas hacer de corrido para completarlas. Por el contrario, trabajar por periodos cortos y tomando descansos adecuados, aumentará tu productividad mucho más que simplemente pretender estar horas y horas haciendo lo mismo.
9. Identifica patrones y derríbalos → normalmente nos enfrentamos a las mismas actividades o tareas en momentos diferentes, por lo que, con el tiempo es fácil identificar esas actividades que sabremos que llegarán en algún momento y que nos desagradan profundamente. Si ya sabes el rechazo que te producen estas actividades, prepárate con la anticipación suficiente, esto pavimentará el camino al éxito, en vez de repetir el mismo patrón de siempre al recibir esta actividad, postergarlas hasta que sea demasiado tarde y luego hacer lo imposible a toda costa.
Siempre debemos tener presente que no existe una única razón detrás de procrastinar. Puede ser que procrastinemos ante una misma tarea por razones completamente diferentes, o que en un comienzo procrastinamos en torno a ella por una razón pero luego esta muta a otra, por lo que tenemos que considerar el cambio y la evolución de nuestro fuero interno como una constante, para hacernos cargos de sus manifestaciones en nuestro dia a dia.
¿Qué hay detrás de tu procrastinación?